El tema de la pesificación me parece más bien una farsa.
Se promociona mucho que ahora, las operaciones que históricamente tenían que ver con el dólar, se han pesificado, como si eso estuviera ayudando en algo a la economía.
La fantasía es creer que sólo porque no nos dejan comprar dólares, con este corralito trucho que ni aunque fueras Tinelli te permite comprar dólares, podemos arreglar la economía.
Al contrario, la perturbación para la economía local es peor que antes.
Un ejemplo común que se escucha en las calles es “negociar”, antes se especulaba, ahora se negocia.
Los pagos pactados en dólares, se pesifican, pero al valor del dólar paralelo, que ahora se da en llamar Blue.
Antes, comprabas a precio oficial, pagabas tus cuotas y ya, ahora, tenés que pagar cuotas a un precio completamente salido de proposión.
Mientras en gobierno nos compra como si valiéramos 4.47, en realidad nos venden por 5.60, de este modo, la diferencia, entra en el mismo mercado que antes en el Blue.
¿Quiénes perdieron?, los que pagan, como siempre.
Algunos podrán decir que el que compra, tiene que tener asegurado que puede comprar “mercadería”, será así, pero por lo mismo, lo de la pesificación es completamente falso.
Sumado a ello, nuestra moneda tiene un cerrojo, igual que el dólar.
Ahora, hay anuncios por todos lados de suba de impuestos y de persecución de la AFIP, pretenden que tenemos guardado en los colchones los dólares que no nos pertenecen, y entonces realizarán razias para incautarlos de ser necesario y meternos presos en el proceso.
¿Cuál es la ventaja de manejar pesos o dólares, para el gobierno?, la respuesta es sencilla: la maquinita de hacer pesos la maneja nuestro gobierno, más exactamente Ciccone, ¿le suena?, la maquinita de hacer dólares está de amiguitos con los españoles que están quejándose porque dicen que nosotros le robamos nuestro petróleo.
A veces, paseando por la ciudad, pienso que lo del dólar es una metáfora, hay un país Blue, y otro pesificado.
Si caminás por el país Blue, verás nuevos emprendimientos, edificios que son verdaderas islas Caras, usan tecnología que no se puede ni escribir y que sólo aprendimos a pronunciar, jifi, blutut, tablet, ipad, ipod, ebuk, gym, landry, amenities, un conjunto de palabras que te excluyen del país Blue, si no accedes a ello.
El otro es el pesificado, en el país pesificado, no hay subtes, los trenes son maquinas asesinas, te asaltan y te matan, te secuestran, violan niños y los culpables están libres, roban con diversos métodos, sectas, ventas truchas, estafas de diversa índole que desafían cualquier imaginación.
Desde el país pesificado, con la ñata contra el vidrio observamos el país Blue, como si estuviéramos viendo televisión, podemos mirar, pero no entrar.
Y eso que no quise hablar de la medicina del país Blue, respecto a la del país pesificado para no deprimirlos; sólo voy a agregar esto, respecto a la salud, en el país Blue, vivir o morir es una elección, en el pesificado es un probabilidad.
Dentro de este lindo marco, hay decenas de variantes, como la orientación sexual, tan de moda, en el país Blue, las leyes te amparan, te permiten casamiento dictan leyes de protección, en el país pesificado te liquidan sin problemas bajo el lema un puto menos.
Y así, podría seguir. Pero me voy a mirar una construcción en la esquina de casa, donde hay habitantes del país pesificado, construyendo un edificio para el país Blue.